Nació para hacerle justicia a esos miles de mujeres que lo dieron todo a cambio de nada. Llegó como llegan todas las buenas nuevas: en silencio, pero con la algarabía de un nuevo amanecer. El programa ´´Mujeres con Bienestar´´, más que una ayuda económica; es una promesa cumplida, un respiro para tantas que han sido el motor de sus familias, pero que pocas veces recibieron algo a cambio.

¿Qué es “Mujeres con Bienestar”?
“Mujeres con Bienestar” es un programa social del Gobierno, destinado a mujeres adultas mayores entre 60 y 64 años que se encuentren en situación vulnerable. Las beneficiarias reciben 3,000 pesos bimestrales para ayudar con sus gastos.
¿Cuál es su objetivo?
Su objetivo principal es brindar un ingreso y acompañamiento integral a mujeres adultas, para que vivan con mayor tranquilidad y dignidad.
¿Cómo me inscribo?
La convocatoria suele abrirse en distintas etapas del año y se realiza a través de un registro en línea, y estos son los documentos que debes presentar:
-Identificación oficial con fotografía.
-Acta de nacimiento legible.
-CURP.
-Comprobante de domicilio (no mayor a 6 meses).
-Teléfono de contacto.
-Completar el formato del Bienestar (disponible en los módulos de manera gratuita).

¿Esto realmente cambia vidas?
Sí. Y no es un dicho…definitivamente es un hecho. Aquí te compartimos un par de testimonios reales que muestran lo que significa para muchas mujeres este tipo de apoyos:
“Yo trabajé 30 años como empleada doméstica y nunca tuve seguro. Ahora, con la pensión y el apoyo médico, me siento más tranquila. Ya no tengo que escoger entre comprar medicina o comer.”
— María, 60 años, Chalco
“Con la tarjeta he podido tomar talleres de costura y ahora vendo mis productos por WhatsApp. Me siento útil, empoderada y feliz.”
— Lucía, 45 años, Ecatepec
Un paso hacia una vida más digna
El programa Mujeres con Bienestar no es solo una ayuda económica. Es una puerta que se abre, un reconocimiento a toda una vida de entrega, de lucha silenciosa… de amor sin medida. Es ese empujoncito que muchas mujeres necesitaban para recuperar la confianza en sí mismas, para sentirse vistas, valoradas y apoyadas.
Comparte esta información y recuerda que el bienestar no es un privilegio: es un derecho. Y hoy, más que nunca, es tiempo de reclamarlo.